¡Tu carrito está actualmente vacío!
Dolor físico, bienestar emocional
¿Acompañas a un perro que vive con dolor?
La respuesta no siempre es obligar al cuerpo a parar (de hecho, puede ser contraproducente), pero tampoco forzar el movimiento a cualquier precio.
El dolor no anula otras necesidades: físicas, etológicas, emocionales… El descanso tampoco es pasividad: es sostén, es consuelo, es autocuidado.
Acompañar a un perro con dolor también es adaptarse y buscar el equilibrio. Es mirar más allá del síntoma y abrazar todo lo que está pasando.
- Escuchar sus tiempos.
- Adaptar sin privar.
- Validar lo que siente o necesita.
- Soltar (literal y metafóricamente) cuando haya que hacerlo.
No se trata de elegir entre lo físico y lo emocional.
Se trata de facilitar escucha, movimiento y descanso, de forma individualizada y adaptada.