El calor extremo no solo afecta a nivel interno, también puede dañar las patas de tu perrete.

¿Cómo saber si el suelo está demasiado caliente? Haz la prueba con el dorso de tu mano o la palma: si no puedes mantenerla sobre el pavimento más de cinco segundos, está demasiado caliente para tu compañero.

Consejos para proteger sus almohadillas:
• Evita pasear en las horas de más calor del día.
• Prioriza suelos naturales como tierra o césped frente al asfalto.
• Usa botitas protectoras o calcetines antideslizantes si es necesario.
• Hidrata sus almohadillas con bálsamos específicos; evita aceites que podrían empeorar la situación.
• Revisa y limpia sus patas después de cada paseo para prevenir grietas o quemaduras.

Y recuerda que rapar a tu perro en verano no es recomendable. Su manto protege del calor, de los rayos ultravioletas y ayuda a regular su temperatura corporal. Quitar este escudo natural puede ser perjudicial.