Comprar snacks naturales para tu perro es una excelente decisión para su salud física y emocional. Pero una vez que los tienes en casa, la clave está en mantener su calidad para evitar riesgos que puedan afectar a tu compi.

¿Qué hacer tras la compra?

• Almacenamiento adecuado: Guarda los snacks en recipientes herméticos y limpios para evitar la humedad y la contaminación. Evita dejarlos expuestos al aire, al calor o a la luz directa, ya que pueden deteriorarse y perder sus propiedades.
• Temperatura controlada: Conserva los snacks en un lugar fresco y seco. Algunas masticaciones pueden requerir refrigeración según su naturaleza; consulta siempre las indicaciones del fabricante o de tu proveedor de confianza.
• Evita la contaminación cruzada: Manipula los snacks con las manos limpias o utiliza utensilios específicos para no transferir bacterias o suciedad y consérvalos teniendo en cuenta sus propiedades individuales.
• Controla la frescura: Revisa periódicamente el estado de los snacks. Si notas olores extraños, cambios en la textura o apariencia, deséchalos para prevenir problemas.
• Cantidad y frecuencia: Ofrece la masticación de forma adaptada.

Recuerda: la masticación debe respetar al individuo

Cada perro tiene necesidades diferentes. La forma y tamaño de su boca, su tipo de mordida y sus preferencias personales son claves para elegir la masticación adecuada y evitar riesgos como atragantamientos o lesiones.

No olvides el agua

Mientras tu perrete disfruta de su snack, el acceso constante a agua limpia y fresca es fundamental para favorecer la hidratación y la salud general.