Durante las vacaciones, muchos perros acompañan a sus familias en desplazamientos por carretera. Viajar en coche puede ser una experiencia positiva y segura si se planifica adecuadamente, teniendo en cuenta las necesidades y bienestar del animal en todo momento.

Nunca dejes a tu perrete solo en el coche

Aunque el vehículo esté aparcado a la sombra y con las ventanas entreabiertas, la temperatura interior puede elevarse rápidamente hasta niveles peligrosos. En pocos minutos, el coche puede convertirse en un horno, generando un golpe de calor potencialmente mortal. Este riesgo se acentúa en días templados o calurosos, incluso con el motor apagado durante un breve periodo de tiempo.

Preparación previa al viaje

Evita ofrecer comida justo antes de salir. El movimiento del coche puede provocar náuseas, mareos o vómitos en perros sensibles, especialmente en trayectos largos o con curvas. Lo ideal es realizar una comida ligera al menos dos horas antes del viaje.

Pausas y descanso

Durante el trayecto, conviene detenerse cada dos horas. Estas paradas permiten que el perro estire las patas, haga sus necesidades y se hidrate. Ofrecer agua fresca con regularidad ayuda a prevenir la deshidratación, especialmente en días calurosos o en vehículos sin ventilación constante.

Condiciones del interior del vehículo

El coche debe mantenerse bien ventilado. Si se dispone de aire acondicionado, es recomendable mantener una temperatura estable y agradable, evitando corrientes directas sobre el animal. También pueden utilizarse parasoles para proteger del sol y mantener un ambiente más fresco.

Seguridad en el transporte

Para garantizar la seguridad del perro y del resto de ocupantes, es fundamental usar sistemas homologados de retención. Las opciones más seguras incluyen el transportín anclado al cinturón de seguridad, arneses especiales con doble anclaje o redes separadoras si el perro viaja en el maletero. Cada opción debe adaptarse a las necesidades del animal de forma individualizada.

Viajar en coche con tu compi puede formar parte de la experiencia vacacional compartida si se realiza de manera consciente, respetuosa y planificada. La seguridad no es negociable: es una parte esencial del cuidado responsable.