Durante los meses de verano, se incrementa el abandono de perros. Muchas veces esto ocurre por vacaciones, cambios en la rutina diaria o falta de previsión. Esta situación representa una herida profunda para nuestros compañeros caninos, quienes dependen totalmente de nosotros para su bienestar físico y emocional.

Es fundamental recordar que un perro no es un objeto ni un capricho temporal. Es un miembro más de la familia que merece nuestro compromiso, cuidado y cariño durante todo el año, sin excepciones.

Planifica con responsabilidad

Antes de planear tus vacaciones, piensa en el bienestar de tu perro. Existen alternativas responsables para asegurar que tu compañero se sienta seguro y acompañado:

• Permite que te acompañe y adapta vuestras aventuras y momentos de descanso para incluirlo.
• Si no es posible, confía en alguien de tu entorno que conozca y respete a tu perro.
• Considera contratar personal cualificado y respetuoso para el cuidado durante tu ausencia.

Cuidar de ellos es cuidar de la familia.